El Clima de Negocios en Mauritania: Oportunidades, Desafíos y Consideraciones Fiscales

La economía mauritana se caracteriza por su dependencia de las industrias extractivas, la pesca y la agricultura, con un 50% de la población que aún basa su sustento en la agricultura y la ganadería. Recientemente, el PIB del país ha mostrado un crecimiento alentador gracias a las inversiones extranjeras en los sectores minero y petrolero. Este desarrollo es un indicativo del potencial que posee Mauritania, rica en recursos naturales como hierro, oro y petróleo. Sin embargo, también plantea desafíos, ya que estos recursos representan aproximadamente el 75% de las exportaciones, exponiendo la economía a la volatilidad de los precios internacionales.

La pesca, un sector clave que contribuye con alrededor del 15% de los ingresos del presupuesto nacional y el 45% de los ingresos en divisas, enfrenta la amenaza de la sobreexplotación, tanto por flotas nacionales como extranjeras, lo que pone en riesgo la sostenibilidad de esta actividad. Además, la economía mauritana es sensible a los precios internacionales de productos alimenticios y recursos extractivos, y la recurrente sequía, junto a la dependencia de la ayuda internacional, añaden inestabilidad.

A pesar de estos retos, el clima de negocios ha mejorado notablemente; Mauritania ha subido cerca de 20 posiciones en el ranking de «Doing Business» del Banco Mundial desde 2016. Diversas reformas han sido implementadas, incluyendo la creación de polos de desarrollo y la modernización del código de comercio e inversiones, así como la Agencia Estatal de Promoción de las Inversiones APIM y la introducción de un «guichet unique» para facilitar la creación de empresas. Esto ha permitido que la creación de entidades se realice en tan solo 48 horas, un avance significativo en la burocracia.

Sin embargo, es crucial considerar el contexto fiscal y operativo del país. El marco legal es favorable para la inversión privada, y el código de inversiones recientemente renovado garantiza la libertad de establecimiento para tanto nacionales como extranjeros. Ciertos sectores estratégicos, como el de hidrocarburos y minería, han requerido un acuerdo previo. En este sentido, recientemente se han aprobado el Código Minero y el Código del Hidrógeno Verde.

Las tasas impositivas también juegan un papel importante en la decisión de inversión. El impuesto sobre sociedades en Mauritania es del 25%, y este puede ser más atractivo a corto plazo en comparación con los costos asociados a la zona franca de Nouadhibou, donde la carga fiscal puede resultar más onerosa a largo plazo. Además, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) se establece en un 16% generalmente, pero puede llegar hasta el 20% para productos petroleros. Las empresas en la zona franca también están sujetas a un sistema impositivo que escala desde un 0% en los primeros años a un 25% posteriormente.

Otro reto significativo son los elevados precios de la electricidad en Mauritania, lo que limita la competitividad para industrias intensivas en energía. Aunque se están realizando esfuerzos para mejorar la infraestructura eléctrica con la introducción de energías renovables, los precios altos establecidos por la compañía estatal, SOMELEC, siguen siendo un obstáculo para los negocios.

A pesar de estos desafíos, sectores como los hidrocarburos, la minería y, potencialmente, la agricultura y el turismo representan áreas con un alto potencial de crecimiento. La ubicación geográfica de Mauritania también ofrece acceso a mercados de la CEDEAO, la UMA y acuerdos con la UE y EE.UU., lo que puede ser un atractivo adicional para los inversores.

Aunque Mauritania muestra avances en su clima de negocios, sigue enfrentando retos en términos de sostenibilidad económica, marco tributario y costos operativos. La clave para el futuro del país radica en implementar reformas que no solo fortalezcan su entorno empresarial sino que también aseguren el uso responsable y sostenible de sus recursos naturales. Solo así podrá el país ofrecer un entorno realmente atractivo para los inversores y asegurar un desarrollo equitativo para todos sus ciudadanos.